Es increíble, en estos tiempos tan complejos que estamos viviendo, la ingente lucha que todos estamos batallando. Programadores reinventándose cada segundo, agencias de conciertos al límite de sus fuerzas, artistas desconcertados, en casa, muchos sin tocar un concierto durante meses… Lejanía entre todos a través de teléfonos desbordados o hasta inactivos por hastío. Los tiempos que nos está tocando vivir…
Y aún así aquí seguimos todos fieros en la lucha. Lucha por nuestra cultura, nuestra identidad, nuestra riqueza histórica, y nuestra riqueza nacional representada por nuestros intelectuales musicales del país, nuestros artistas y por todos los que componen este tejido mágico que ha sido siempre nuestro mundo, el mundo de la música.
Después de mi primera angustia los meses de marzo/abril de 2020, que tanto nos ha marcado a todos, y de pensar que todo desaparecería sine die, gracias a los esfuerzos de los que batalláis con las programaciones y al cariño de mucha gente no he parado de tocar. Mucho menos, claro, pero estoy teniendo esta temporada la gran suerte de tocar. Una mágnifica Compañía Nacional de Danza y el Maestro Coves con nuestro segundo concierto de Shostakovitch en el Teatro Real en septiembre para arrancar, conciertos de cámara en Segovia y en Madrid en el increíble ciclo creado en mitad de la pandemia por los Teatros del Canal y Mendialduamusic, recitales en Santander, En el Museo del Louvre- Lens, Oviedo con Iberia y este pasado enero con Scriabin y Rachmaninoff en la Fundación March.
Rachmaninoff… En medio de la pandemia también pudimos editar este invierno pasado, de nuevo tras la desaparición de la discográfica española Verso, mi grabación de Iberia (Mirare, Francia). Y este otoño sale mi niño querido… Mi nuevo disco dedicado a Rachmaninoff.
Huérfano de mi profesor Dimitri Bashkirov, recientemente desaparecido, puedo orgulloso decir que éste ha sido uno de los últimos discos que escuchó. Temeroso por mostrárselo aunque orgulloso después de su excitada muy positiva crítica. Os mando con esta carta un extracto para que podáis ir abriendo boca y con mis mejores deseos de que os pueda gustar. Rachmaninoff saldrá finalmente en otoño, en mi sello, el sello francés Mirare. Mientras tanto, aprovecho vacíos y sigo grabando en estos meses…pero es secreto de momento queridos amigos.
Y a la maravillosa Fundación March vuelvo este sábado 17 a las 12 de la mañana, junto con el magnífico chelista Adolfo Gutierrez Arenas, con sonatas para chello y piano de Borodin y Rachmaninoff, como no. Pareciera que Rachmaninoff quisiese también, con su música, poner su grano de arena en calmar nuestras almas. Estáis todos invitados y también por las excelentes plataformas de streaming de la Fundación.
Un abrazo fuerte a todos y mucha luz.
Luis Fernando Pérez